Esta semana en mi trabajo han estado hablando de un reportaje que ha emitido en la 2 cadena de televisión, yo no lo ví, pero parece ser que trataban el tema de la adopción desde un punto de vista bastante negativo, de engaños a familias adoptivas sobre el origen del menor, de tragedias vividas en el proceso... Todos los que iniciamos este proceso sabemos que el final es incierto, cada uno elegimos el camino o el país donde vamos a ir a recoger a nuestros futuros hijos, sabemos que van a traer consigo su historia, la forma en la que hayan podido canalizar sus experiencias, sus miedos... Elegimos el país en base a diversos factores: transparencia en los trámites, agilidad del proceso, por requisitos que debemos cumplir... también porque nos mueve el corazón y nos dicta un camino.
En nuestro caso, pensamos primeramente que el proceso, que ya de por sí es duro en cuanto dependes de la burocracia de tu país y de la política de otro, fuera lo más "legal" o claro posible, y buscamos cuáles habían firmado el convenio de la haya, lo segundo fue ver si cumpliamos los requisitos que pedían para poder ser padres adoptivos en ese país, que la adopción fuera plena... cuando ya has descartado y eliges la procedencia de tu futuro hijo, en mi caso, ya empezó a volar la imaginación, imaginé sus rasgos, el encuentro, nuestra vida en un futuro compartiendolo todo... y empecé a querer a ese hijo no nacido.
Es cierto que me he vuelto más sensible a los comentarios de mi alrededor, que me hablen de madres "verdaderas" como sinónimo de madres biológicas, me duele... Mi hijo tendrá dos madres, es así, la que lo gestará y le dará la vida y su otra mamá, que cuidará de él el resto de su vida. ¿Una es más verdadera que la otra?... Jamás sabré que motivos llevarán a la madre biológica de mi futuro hijo a tener que desprenderse de él... siento que, siendo de China, será una mujer guiada por una política injusta y por un acto de supervivencia desesperado... de querer lo mejor para ese hijo o hija que no puede tener consigo. Imagino el dolor,... pero no logro imaginar su alcance porque tiene que ser inexplicable... Aún así nada lo sabré con certeza. Mis sentimientos hacia esa madre será de eterna gratitud, como sino hubiera llegado hasta mi futuro bebé...
Circuntancias de la vida tan injustas no deberían existir, como muchas otras.
Copié de internet una poesía que me pareció muy bella. Aquí la dejo reflejada a los ojos que espero que un día estén conmigo para leerla, mi luz de oriente:
"Érase una vez dos mujeres que nunca se conocieron.
A una, no la recuerdas, a la otra la llamas madre.
Dos vidas diferentes con unión en una: la tuya.
Una fue tu estrella, la otra, tu sol.
La primera te dio la vida, la segunda te enseñó a vivirla.
La primera te dio necesidad de amor y la segunda estaba allí para dártelo.
Una te dio unas raíces, la otra te ofreció su nombre.
Una te transmitió la semilla de sus dones, la otra, la estela de sus afanes.
Una hizo nacer en ti la emoción,la otra calmó tus angustias.
Una recibió tu primera sonrisa, la otra secó tus lágrimas.
Una te dio a otros padres, fue todo lo que pudo hacer por ti.
La otra oraba por un hijo y Dios la condujo a ti.
Y ahora, con lágrimas, me haces la eterna pregunta:
¿De quién soy yo fruto, de ella o de ti? De las dos, cariño: las dos somos amor